Nicole Holmes:

Entrevista exclusiva con la primera embajadora de Nikon en Latinoamérica: Nicole Holmes — una fotógrafa que captura desde quirófanos hasta paramotores, uniendo ciencia, arte y aventura.

¿Qué la llevó a especializarse en fotografía de cirugía y cómo ha sido su experiencia trabajando con diferentes médicos en este ámbito?

Siempre he sido muy deportista, y conocí a un cirujano ortopedista que se convirtió en mi doctor. Después de tantos años practicando deporte, es normal que el cuerpo empiece a mostrar el desgaste: los huesos, las articulaciones, todo. A raíz de esas lesiones y del tratamiento, comenzamos a conversar más y nació una amistad. En ese momento, yo ya me dedicaba a la fotografía y un día le pregunté si podría acompañarlo al quirófano. Me dijo que sí, y luego le pedí permiso para llevar mi cámara. Así fue como comenzó todo. Desde entonces, la experiencia ha sido fascinante. He aprendido muchísimo sobre el cuerpo humano y he tenido la oportunidad de documentar alrededor de 400 cirugías: partos naturales y en agua, cesáreas, resecciones de hígado, operaciones de corazón, reconstrucción de paladar hendido y labioleporino, cirugías mamarias tras cáncer, entre muchas otras. Cada procedimiento ha sido una lección sobre la vida, la ciencia y la precisión del cuerpo. He visto avances tecnológicos increíbles, como una cirugía en la que se utilizó una válvula hecha a partir de una vena de vaca, con su válvula natural integrada, para reparar el corazón de un niño. Todo eso me ha dejado profundamente impresionada. La fotografía quirúrgica me ha permitido comprender la belleza y complejidad del cuerpo humano desde un lugar muy íntimo y real. 

Nicole Holmes. Foto de archivo personal.

¿Podría contarnos sobre algunos de los proyectos más destacados que ha realizado en el campo de la fotografía médica? ¿Qué desafíos ha enfrentado en el proceso?

He tenido la oportunidad de realizar varias exposiciones de fotografía médica, especialmente enfocadas en documentar cirugías: los instrumentos, las manos, la precisión del trabajo en el quirófano. Una de las experiencias más significativas fue cuando el Museo de Medicina de México adquirió una de mis fotografías para su exposición permanente. Esa imagen es un retrato del reconocido cirujano Fernando Ortiz Monasterio, a quien muchos conocían como El F.O.M. Fue un pionero en cirugía craneofacial y tenía su propia sala en el museo que lleva su nombre. Mi fotografía lo muestra trabajando en el quirófano a los 87 años, y tener una obra mía formando parte de ese espacio me llena de orgullo. Para mí fue un verdadero honor que mi trabajo quedara en un museo tan importante del país. Los mayores desafíos no son técnicos, sino logísticos: gestionar permisos con hospitales, cirujanos y pacientes, y lidiar con cirugías que se reprograman varias veces. No se puede entrar al quirófano sin autorización previa; todo exige ética, respeto y discreción. Pero, pese a los obstáculos, cada experiencia ha valido la pena. 

Ha publicado libros fotográficos. ¿Cuál es el tema de su último libro y qué mensaje espera transmitir a través de sus imágenes?

He publicado cuatro libros fotográficos. El primero, en colaboración con el actor Demián Bichir, retrató la belleza natural y cultural de Quintana Roo. El segundo exploró al Estado de México a través de su gente y sus paisajes.El tercero marcó un giro: fue mi primer acercamiento a la fotografía quirúrgica, revelando la intensidad visual de un mundo normalmente oculto.Ahora estoy terminando el cuarto, titulado Galenos, que se imprime en China. Combina cirugías, retratos de médicos en acción y momentos con sus pacientes, con un enfoque más narrativo y humano.Aunque este proyecto es más amplio, mis imágenes favoritas siguen siendo las del quirófano: ese espacio único donde la ciencia, la precisión y la vida se encuentran. Me fascina poder entrar en distintas especialidades médicas y descubrir cada una desde adentro; esa diversidad es mi mayor inspiración. 

Nicole Holmes. Foto de archivo personal.

La fotografía submarina presenta sus propios retos. ¿Qué la inspiró a incursionar en este tipo de fotografía y cuáles son sus lugares favoritos para capturar imágenes bajo el agua?

La fotografía submarina tiene sus propios retos. Bajo el agua todo se mueve: el sujeto, el entorno y tú misma. No tienes los pies en el suelo, así que mantener la estabilidad y el enfoque requiere mucha técnica y control. Una vez que te sientes cómoda buceando, el miedo desaparece, pero los desafíos técnicos permanecen. No hago tantas sesiones en mar abierto, aunque el Caribe mexicano es uno de mis lugares favoritos para bucear: el agua es cristalina y la visibilidad es impresionante. Mi experiencia principal, sin embargo, ha sido en albercas, sobre todo en la Alberca Olímpica de México, donde he documentado producciones de televisión y deportes acuáticos como nado sincronizado, clavados y natación. 

Nicole Holmes. Foto de archivo personal.

La fotografía aérea ofrece una perspectiva única. ¿Cómo se prepara para una sesión de fotografía aérea y qué equipo considera indispensable para este tipo de trabajo?

Mi trabajo aéreo lo realizo principalmente desde parapente o paramotor. Aunque muchos usan drones, yo elijo estar en el aire: sentirlo, vivirlo y capturarlo con una cámara profesional de sensor completo, que me ofrece una calidad que los drones no igualan.

Como piloto de parapente y paramotor, ¿cómo ha influido esta experiencia en su enfoque y estilo fotográfico? ¿Tiene alguna anécdota memorable relacionada con estas actividades?

Volar ha cambiado completamente mi manera de ver el mundo y mi enfoque como fotógrafa. Participar en travesías en paramotor —como la ruta de Acapulco a Puerto Escondido, tres días de viaje y unos 100 kilómetros por día —me ha permitido observar la naturaleza desde una perspectiva única. Desde elaire he visto tiburones, delfines, ballenas, y cómo las olas dibujan formas abstractas en la arena. He tenido el privilegio de volar junto a algunos de los mejores pilotos del mundo en competencias de cross country, y cada vuelo es una lección de humildad, técnica y conexión con la naturaleza. 

Nicole Holmes. Foto de archivo personal.

Ser embajadora de Nikon México es un gran logro. ¿Cómo ha impactado esta colaboración en su carrera y qué significa para usted ser parte de esta marca?

Sí, es un gran reto y un honor. Antes de 2015, no existía un programa de embajadores de Nikon en Latinoamérica, y yo hacía cosas un poco diferentes, como fotografía de cirugía, algo que al presidente de Nikon México le encantó porque nunca lo había visto.Me pidieron ser la primera embajadora de Nikon México, y también la primera en toda Latinoamérica. Ser mujer y ocupar este espacio me emociona muchísimo, porque quiero mostrar que todo es posible.Aunque no busco popularidad en redes, el respaldo de Nikon ha abierto puertas a proyectos más grandes y ha dado un impulso profesional clave a mi carrera. 

Nicole Holmes. Foto de archivo personal.

Antes fue embajadora de BenQ en América del Norte. ¿Qué aprendió de esa experiencia y cómo ha contribuido a su desarrollo como fotógrafa?

Ser embajadora de BenQ también fue un honor. Empecé en 2017 con BenQ México, y luego, por mi experiencia y mi capacidad de crear contenido en inglés y español, me invitaron a representarlos en toda Norteamérica, incluyendo México, Canadá y Estados Unidos. Esta colaboración me acercó a la tecnología de monitores profesionales y reforzómi perfil: no solo soy fotógrafa, sino que también genero contenido técnico, creativo y educativo para distintos públicos. Ha sido clave para mi crecimiento y versatilidad profesional.

¿Cómo equilibra sus diferentes pasiones, como la fotografía médica,submarina, aérea y el vuelo? ¿Tiene algún proyecto futuro que combine varias de estas disciplinas?

Equilibrar mis diferentes pasiones —fotografía médica, submarina, aérea y el vuelo —es un reto porque cada disciplina requiere especialización y tiempo. Lo manejo dividiendo mis días y semanas según el proyecto: un día retratos, otro fotografía médica, otro deporte como frontenis, y así sucesivamente. Tengo un proyecto futuro que combina fotografía aérea y submarina, pero todavía no puedo dar muchos detalles. Además, sigo trabajando en fotografía médica, con nuevos libros y documentales sobre temas de salud. Es un reto, pero con organización y pasión todo es posible. 

Nicole Holmes. Foto de archivo personal.

Finalmente, ¿qué consejos le daría a las mujeres que desean seguir una carrera en la fotografía, especialmente en campos tan especializados como los suyos?

Mi mensaje para las mujeres — y para cualquier persona con un sueño — es que todo es posible si tienes interés y acción.

Si tienes un objetivo, simplemente hazlo: como dice Nike, “Just do it”. 

No hay que rendirse nunca, aunque existan obstáculos, barreras y momentos difíciles. La determinación y la constancia son claves. La fotografía evoluciona y todos dicen que los celulares están reemplazando las cámaras, pero para mí el celular es solo una herramienta: sirve para publicar, entregar fotos rápido o complementar mi trabajo profesional. Si te gusta el agua, el buceo, la fotografía o cualquier especialidad, hay una manera de hacerlo realidad. Siempre hay espacio para aprender, crear y destacarse, incluso en campos tan especializados como la fotografía médica.